jueves, 18 de octubre de 2012


 Observación de una coordinación


El día jueves 28 de junio asistí a una coordinación de centro. Esta se realizó en el salón de actos del liceo. Allí se citó a todo el plantel de profesores (1ero, 2do y 3er año de Ciclo Básico). Una vez reunidos, la directora suplente dio comienzo a la actividad. Empezó dando alguna información sobre asuntos del liceo (problemas que habían sucedido con alumnos y la solución de estos; quejas  que habían sido planteadas por los alumnos) y luego planteo los temas para trabajar ese día. Los  temas que se trabajaron son: la deserción de los alumnos  y la limpieza y el orden de las aulas.

 Minutos después la directora se despidió y dejó trabajando a los profesores, quienes comenzaron a organizarse en niveles. El primer tema que se trabajó en el subgrupo que observé fue la deserción de los alumnos. Primero propusieron algunas causales que estimulaban a los alumnos a desertar las clases tan tempranamente; entre ellas se nombró el cambio de lugar del liceo, la falta de satisfacción de necesidades básicas,  la desmotivación por estudiar estimulada ya desde la casa y la ausencia de profesores. Fue interesante la propuesta que hicieron con respecto a este último motivo: propusieron generar puestos de trabajos para tener profesores <<muletillas>>, es decir, profesores que estén en la institución para apoyar las horas libres.  Con el fin de dejar registrada esta problemática, los profesores decidieron completar planillas en donde identificaban aquellos alumnos que a esa altura del año ya se acercaban o habían pasado el límite de faltas  establecido para lograr la promoción del curso. Estas planillas se crearon para que la dirección de la institución pudiera elaborar un informe acerca de la temática. A pesar de que los docentes realizaron de forma efectiva este trabajo, muchos de ellos mostraron disconformidad porque consideraban que no era parte de su labor llevar a cabo un conteo de la deserción estudiantil.

Con respecto al segundo tema, se generó una discusión entre los docentes, dentro de cada subgrupo de nivel, sobre tres puntos: la limpieza del salón por parte del personal encargado de ello, el estado en que recibían el pizarrón y el orden de los bancos.
En cuanto a la limpieza del salón, muchos docentes hicieron hincapié en que siempre dedicaban minutos de su clase para juntar los papeles que hay en el piso, pero que no les parecía justo pedirles a los alumnos que mantuvieran el orden cuando el liceo  no  tenía personal suficiente de limpieza para limpiar las aulas.

La discusión que se generó por la limpieza del pizarrón estuvo interesante porque allí los que estaban comprometidos eran los profesores mismos, es decir, ya no dependían tanto de un tercero. Casi todos los presentes de este subgrupo declararon que siempre recibían el pizarrón sin borrar y que eso les generaba perder minutos de su clase.

Los bancos es, en ese liceo, una temática que genera discusión incluso hasta en la dirección. Todos los profesores concordaron que, en todos los salones, hay un exceso de bancos que causa problemas: por un lado, da un aspecto de desorden y, por otro lado, los chiquilines juegan con ellos haciendo, por ejemplo, torres de bancos.  Como solución posible, se propuso tomarse unos minutos de clase para sacar los bancos hacia un lugar del liceo que no estorben.

El acuerdo que se logró fue dedicar 5 minutos en el final de la clase para  mantener el orden de salón: juntar papeles, limpiar pizarrón y ordenar los bancos que quedaran.

A pesar de que nunca había asistido a una coordinación, sí había escuchado sobre estas. En general, me habían comentado que eran instancias infructíferas ya que se hablaban temas de poca importancia y no estaban bien organizadas. En el caso que observé,  estos comentarios no se hicieron presentes. No obstante, me gustaría recalcar que parece ser un espacio indeseado ya que no concurren muchos docentes, a pesar de que son horas pagas. También observé, tiempo después, que aquello trabajado en la coordinación no se llevó  al cabo ya que, con la profesora- adscriptora, seguimos recibiendo el salón desordenado y sucio. 

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